“Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pesar, equilibrar
y poner todo en marcha.
Pero para eso, uno tiene que llevar
en el alma
un poco de marino
un poco de pirata
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas...
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia
barca,
en barcos nuevos,
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
seguirá nuestra bandera
enarbolada.”
Gabriel Celaya
domingo, 27 de enero de 2013
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